sábado, 3 de diciembre de 2022

Calendario de Adviento 2022 Día 3: "Una historia de El Vigilante-El ataque del robot gigante"

¡Una presentación especial! Una aventura más del superhéroe más grande de la Tierra: ¡El Vigilante!

- Si si, todo fue culpa de otro, eso no me convence chaval - respondió un hombre con voz gruesa en tono desinteresado

- ¡Digo la verdad! Yo no fui el culpable del robo. Admito que entré a la banda unos días antes del crimen y participé en su organización en ese almacén, pero al final no pude cumplir mi papel... - dijo un joven avergonzado

Nos encontramos en una sala de interrogatorio, la luz es tenue y le da un aspecto sombrío a la habitación. En ella, se encuentran dos personas: un joven de unos veinte años vestido completamente de negro y esposado a la mesa y, frente a él, un hombre de unos treinta años, cuyo rasgo más característico es su prominente mentón. Su nombre era Erik y es agente de policía de Ciudad Alba.

Si se le pidiera a los compañeros de Erik que lo describieran en una palabra, todos estarían de acuerdo en cual sería: despreocupado. No es que no le interese su trabajo, al contrario, lo hace lo mejor que puede y con los mejores resultados. Pero siempre se toma todo a la ligera, como si no tuviera interés en lo que sucede a su alrededor.

- ¿No estás contento? Obtuviste mucha información - le preguntó una mujer

Salió de la sala de interrogatorio y se encontró con su compañera, Anna. 

Anna era todo lo contrario a Erik. Diligente, alegre y responsable. Se tomaba todas las cosas en serio. Cuando se encontraron por primera vez, tuvieron muchas discusiones. Fue hasta que Erik le salvó la vida que comenzaron a llevarse bien.

- Pero no la información que quería - respondió Erik con un suspiro

- Bueno, si esto fuera tan fácil, no necesitaran de agentes como nosotros, ¿cierto? - dijo Anna sonriendo

Regresaron a su oficina y volvieron a revisar toda la información que tenían a la mano

Desde hace dos semanas, han ocurrido una serie de robos misteriosos en los principales laboratorios de la ciudad, aunque no hay ninguna conexión entre ellos. Lo que habían robado podía usarse para construir cualquier cosa, desde una bomba hasta una super-computadora. 

Sin embargo, los ladrones eran demasiado listos, no dejaban ningún rastro que se pudiera seguir.

- Esto sería más fácil si El Vigilante estuviera con nosotros - comentó Anna 

- ¿El Vigilante? ¿En qué nos ayudaría ese justiciero?

Esta era una plática que tenían de manera frecuente. Anna era una gran fanática de El Vigilante y Erik no le gustaba nada de lo que representaba. Los hacía ver como unos tontos que no podían hacer su trabajo. Pero, ¿quién es El Vigilante? 

Meses atrás, un misterioso justiciero llegó a Ciudad Alba y los salvó de una invasión alienígena. Demostró tener poderes extraordinarios: superfuerza, supervelocidad, vuelo, invulnerabilidad... Se autodenominó "El Vigilante" y, desde entonces, aparece cuando existe una amenaza contra la ciudad, no importa el tamaño. 

- Pues a lo mejor uno de sus poderes nos permite encontrar alguna pista...

- No es necesario, nosotros podemos resolver esto. No necesitamos la ayuda de un "super heroe" de segunda 

- ¡No es de segunda! ¡Es el superheroe más grande de todos! - dijo Anna enojada inflando las mejillas

- Si, si, centrémonos en el caso - dijo Erik dando por terminada la discusión

Una hora después de revisar la información....

- Esto es extraño - dijo Anna

- ¿Qué cosa? - preguntó Erik

- Algo que dijo el joven que interrogaste hace rato, algo sobre reunirse en un almacén. Revisando las cámaras de seguridad de hace unos días, encontré el posible lugar al que se refería. Y no solo eso, parece que ese almacén ha tenido mucho movimiento desde hace más de un mes, aunque se supone que está abandonado

- Curioso. Creo que vale la pena dar un vistazo. Vamos

Después de un corto viaje, Erik y Anna llegaron al almacén de los vídeos. Estaba completamente bañado en la oscuridad.

- La puerta principal está cerrada - dijo Erik después de intentar abrirla

- Busquemos otra forma de entrar

Recorriendo el edificio, encontraron una entrada secundaria que estaba abierta. Una vez dentro, las luces se encendieron automáticamente. Erik y Anna no podían creer. Frente a ellos había un robot gigante. 

- Así que me descubrieron - dijo una voz misteriosa

Saliendo de la oscuridad del almacén, apareció el dueño de la voz: un científico. 

- Pero es demasiado tarde. He terminado mi invento. Ahora, ¡Destruiré a todos los que me despreciaron!

Con esa declaración, el científico activó el robot, el cuál se levantó y destruyó el techo del almacén. 

- Invento mío, toma a la mujer como rehén. En cuanto al hombre, puedes hacer lo que quieras con él

El robot mandó a volar a Erik de un solo golpe y lo enterró bajo los escombros.

- ¡No Erik! - gritó Anna antes de que el robot la agarrara

El robot empezó su camino a la ciudad, destrozando todo a su paso.

Mientras tanto, Erik se recupero fácilmente del golpe y se quitó el polvo de su ropa

- Esto parece ser un trabajo para El Vigilante

Dicho esto, Erik se movió a super velocidad y cambio su uniforme de policía por su traje de El Vigilante, con sus mallas, capa y antifaz.

El Vigilante voló rápidamente hacia la ciudad para detener al robot, que estaba causando destrozos por todos lados. Edificios destruidos, coches en llamas, personas corriendo. No podía permitir que esto continuara más tiempo.

En su camino, estuvo salvando a cuantas personas pudiera, deteniendo edificios que estaban a punto de colapsar, sacando a personas de las calles y coches, apagando incendios. Fue una gran cadena de salvación. 

Una vez cerca del robot, y en un parpadeo, logró salvar a Anna y ponerla a una distancia segura para luego regresar a pelear.

- El Vigilante, tan predecible - dijo el científico -  Pero estoy listo para ti, ni siquiera tu podrás resistir un golpe del laser de mi robot

Un rayo salió el pecho del robot e impactó directamente hacia El Vigilante quien, desprevenido, cayó al suelo. El láser se hacía cada vez más potente y era difícil combatirlo. Pero no podía rendirse. Tomó todas las fuerzas que tenía y empezó a levantarse y resistir el rayo. 

- No, ¡Es imposible! - gritó el científico

El Vigilante empezó a redirigir el láser con su cuerpo, acercándose más y más al robot. Cuando estuvo frente a el, le dio un buen golpe y lo destruyó completamente. Con esto, la amenaza del robot había terminado.

Erik regresó a las ruinas del almacén y se cambió a su uniforme de policía en el momento justo en que Anna se acercaba corriendo hacia él. 

- Erik ¡Estás a salvo! 

- Gracias a El Vigilante, me rescató debajo de los escombros - admitió avergonzado

- Entonces, ¿ya le tienes más aprecio a El Vigilante? - preguntó Anna con una sonrisa en su rostro

- Para nada, nos hizo quedar como unos tontos de nuevo. Quisiera atraparlo para detener sus actividades ilegales de una vez por todas 

- Creo que estamos de acuerdo en que nunca estaremos de acuerdo con este tema. Regresemos a la oficina para informar de todo

- Claro compañera - respondió Erik guiñando un ojo

¡Esta ha sido una aventura de El Vigilante! ¡Esperen con mucha emoción la siguiente entrega!

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