Era el día antes de Navidad, y Claire y yo regresábamos de realizar la compra para la cena. Aunque nunca hacíamos nada especial para esta fecha, si teníamos la pequeña tradición de preparar algo para celebrar. Este año cocinaríamos un poco de pechuga de pavo horneada a la mantequilla, una pasta con salsa de tomate y ensalada de manzana.
Sin embargo, nuestro plan fue interrumpido por un suceso extraño. Frente a la puerta de nuestra oficina/hogar, vimos una multitud demasiado grande, la mayoría de ellos reporteros. Al momento que nos vieron llegar, corrieron para alcanzarnos con micrófono y cámara en mano.
- ¡Noticias vespertinas! ¿¡Que piensan acerca de la oleada de robos!?
- ¡El Chismoso! ¿¡Quién será la siguiente víctima!?
- ¡Noticiero 24/Siete! ¿¡Podrán detener a los ladrones antes de que sea tarde!?
- ¡Big News! ¿¡Lograrán salvar la Navidad!?
Claire y yo nos encontrábamos muy confundidos. No teníamos ni la más remota idea de lo que pasaba. Solo queríamos librarnos del grupo de reporteros.
Nuestras plegarias fueron escuchadas
- ¡¡Por acá!! ¡¡Vengan!!- escuchamos detrás de nosotros
Volteamos y vimos que un conocido nos estaba haciendo señas con las manos para que nos acercáramos a él. Sin pensarlo dos veces, corrimos para dejar atrás a los reporteros.
Alcanzamos a Marco, uno de los mejores investigadores de la policía, quién abrió la puerta del coche que estaba a su lado para que nos metiéramos. Una vez dentro, se subió y empezó a conducir.
- Lo siento por todo eso - dijo Marco - Intente advertirles para que no se acercaran a la oficina, solo que no contestaban el teléfono.
- No hay problema, pero ¿qué fue todo eso? - pregunté
- Sabemos que somos famosos - dijo Claire - pero esto es demasiado. ¿De qué estaban hablando esos reporteros?
- Bueno - suspiró Marco - Lo cierto es que tenemos un problema, y uno muy grande. Les explicaré las generalidades mientras vamos al cuartel general.
Sin que nosotros tuviéramos conocimiento, en la ciudad habían ocurrido una serie de robos muy extraños. De acuerdo con las declaraciones de los testigos, tres ladrones ingresaban a las casas y amenazaban con hacerles daño si no les entregaban los regalos de Navidad.
- ¿Los regalos de Navidad? ¿Era lo único que pedían? - preguntó Claire confundida
- Si, solo eso - respondió Marco - Las víctimas van desde personas ricas a personas de la clase media, que tenían a la vista dinero, coches, objetos más caros y valiosos. Pero los ladrones solo pedían los regalos de Navidad.
- ¿Y cuántos reportes de robos hay?- pregunté
- Mínimo unos 500, pero pueden ser muchos más.
Claire y yo nos miramos sorprendidos. ¿500 robos impunes en un solo día? Era algo inconcebible. Con tantos delitos, ya debieron ser capturados. Algo más estaba pasando.
- ¿Cómo entraban los ladrones? - pregunté
- No sabemos. Ninguna puerta ni ventada están forzadas. Es como si simplemente chasquearan los dedos y se metieran a la casa
- ¿Y hay alguna descripción de los ladrones? Ya que hay varios testigos, se puede crear un retrato hablado para encontrarlos.
- Claro que si, pero les ruego que no se rían por lo que voy a decir - nos pidió Marco
- No haríamos algo como eso - le dijo Claire
- Esta bien. Los ladrones eran... Santa Claus, un muñeco de nieve y un oso.
Ahora si estábamos perplejos. ¿Qué clase de broma es esta?
- ¿Santa Claus, un muñeco de nieve y un oso? ¿Los ladrones estaban usando máscaras con esos diseños? - cuestionó Claire
- No
- Entonces, ¿los ladrones estaban usando disfraces de esos personajes? - pregunté
- Tampoco. A menos que los disfraces hayan avanzando tanto como para que el muñeco de nieve deje un rastro de nieve derretida y el oso deje pelo real de oso polar por donde pase.
- Un momento, un momento, ¿sugieres que son reales?
- Por nuestros análisis, y la revisión de las cámaras de seguridad, eso suponemos.
- Ok, ok. Digamos que es cierto, ¿para qué querrían Santa Claus, un muñeco de nieve y un oso regalos de Navidad? No tiene sentido - dijo Claire
- No hay ninguna pista de porque están haciendo esto - cuando terminó de decir esto, comenzó a sonar un celular - Disculpen un momento
Marco empezó a hablar por teléfono. Lo más seguro es que le estén dando una actualización de la situación. Sus ojos mostraron una gran preocupación cuando colgó.
- ¿Qué ha pasado?- cuestioné
- El número de robos ha aumentado. En tan solo 15 minutos, ya asciende a 800.
- Eso es imposible - dijo Claire - Nadie puede robar tanto en tan poco tiempo. Necesitaría ser hiper rápido.
- Estamos tan desconcertados como tú - respondió abatido Marco
- Lo bueno es que nos tienes a nosotros. Te ayudaremos a detenerlos - asentí con una sonrisa - Pero, hay algo que aún no entiendo, ¿por qué estaban todos esos reporteros fuera de la oficina? Deberían estar fuera del cuartel general esperando las actualizaciones.
- Ah, eso es porque los ladrones mandaron una nota a los medios donde los mencionaban - dijo como si nada Marco
- ¿¡Cómo!? - gritamos al unísono Claire y yo - ¿Qué decía esa nota?
- Palabras más, palabras menos, decía que si queríamos atraparlos y recuperar los regalos, debíamos contactar con ustedes, los mejores detectives del mundo
Muy bien, esto de repente se puso muy interesante.
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