viernes, 16 de diciembre de 2022

Calendario de Adviento 2022 Día 16 "El tesoro perdido"

Rick Taylor, el explorador con mayor número de tesoros encontrados en el mundo, se encuentra frente a su nuevo reto: localizar el oro perdido de una nave española. 

Cuenta la leyenda que la nave "La flor de la mañana" salió del puerto cargada con grandes cantidades de oro, el cual iba a ser usado para pagar a los expedicionarios y las colonias que habían instalado por todo el nuevo mundo. Pero, nunca llegó a su destino. Muchos especulan que el barco fue robado por piratas y la tripulación asesinada, otros dicen que se hundió en el fondo del mar debido a una tormenta...

Sin embargo, hay una historia que destaca sobre todas las demás: de acuerdo con las declaraciones de uno de los ayudantes de puerto, la tripulación del barco estaba planeando matar a su capitán y quedarse con todo el tesoro para ellos. Y, además, ya habían elegido un lugar para esconderlo, una pequeña isla que pasaba desapercibida en los mapas; la Isla Cangrejo, que debe su nombre a que su playa siempre está repleta de estos animales.

Esta es la versión que había decidido creer Rick, más que nada porque se la había compartido su padre, un conocedor del mundo de los tesoros perdidos. El problema radicaba en que no había un mapa que detallara la ubicación de la isla. A pesar de estarla buscando por más de 15 años, su padre no encontró pista alguna.

Un día, mientras Rick caminaba por el centro de la ciudad donde vivía, se encontró con el anuncio de una subasta especial y, uno de los artículos que aparecía en el póster era de un viejo mapamundi de un autor español, el cual había hecho su misión registrar la localización de todas y cada una de los cuerpos de tierra existentes, sin importar lo pequeñas que fueran. Esta era la oportunidad que había estado esperando, se haría con ese libro a como diera lugar. 

El día de la subasta, estaba vestido con un traje acorde para la ocasión, aunque su dinero no era tan amplio como lo daría a entender su ropa. Teniendo en cuenta que el resto de artículos a subastar eran joyas y pinturas, Rick tenia la esperanza de que a nadie más le interesara un viejo libro.

Después de unos diez artículos, por fin salió el libro. Rick empezó con su oferta, la cual fue superada por un señor que se ocultaba con un abrigo, la cual a su vez fue superada por una mujer joven de cabello castaño. 

Rick vio esta batalla desde su asiento, sin volver a ofertar. La última cantidad fue dicha por el señor misterioso, pero, Rick la superó por muy poca diferencia. Con esto, se convirtió en el dueño del mapamundi. 

Cuando fue a recibir el libro, el señor misterioso se acercó a él, diciendo que ese libro le pertenecía y que se lo diera. Rick le dijo que no y que se fuera. Sin embargo, el señor sacó un arma y empezó a disparar. Para su suerte, Rick se pudo ocultar detrás de una armadura que recibió los ataques. Al momento en que el atacante estaba recargando, salió corriendo del lugar. Frente al lugar de la subasta, se encontró con la joven mujer en una motociclista y le dijo que subiera mientras el señor continuaba con su ataque. Colocándose detrás de ella, Rick escapó.

Llegaron al departamento de la joven, quien se presentó como Kari, y también estaba buscando el tesoro español perdido. Además, le informó que el señor que lo estaba atacando se trataba de Fernando, un supuesto descendiente del capitán del barco y creía que el tesoro le pertenecía por derecho después de la desgracia que le había ocurrido a su familia.

Kari le sugirió a Rick que podrían trabajar juntos para encontrar el tesoro y repartirlo a partes iguales. Aunque a él le pareció muy sospechoso al principio, aceptó el trato. En ese pequeño departamento, se pusieron a revisar el mapamundi y descubrieron dos cosas: la ubicación exacta de la Isla Cangrejo y una nota donde el autor español relataba que había encontrado una cueva con un extraño símbolo en la entrada, pero no se atrevió a explorarla por el miedo que le transmitía.

Rick pensó que esa cueva era el lugar donde estaba oculto el tesoro, pero tenía curiosidad por ese extraño símbolo... Dejando eso de lado, Rick y Kari organizaron todo para su viaje.

Después de tres semanas en barco, por fin llegaron a la Isla Cangrejo, la cual hacia honor a su nombre. Por todos lados había cangrejos de varios tamaños y tipos posibles. Sin importar eso, fueron en busca de la cueva. 

La encontraron en poco tiempo, ya que estaba cerca de la orilla y, efectivamente, había un símbolo extraño en la entrada. Era algo entre una copa y una media luna, junto con una flecha que apuntaba a la base. No tenía un significado lógico, pero Rick lo recordaría. Luego de encender sus linternas de mano, Rick y Kari ingresaron a la cueva.

Después de explorarla un poco, vieron que no solo era una cueva, sino un intrincado laberinto de tuneles que recorrían varios miles de metros. No era seguro que se separaran ni que buscaran al azar. Examinaron los diferentes caminos que tenían frente a ellos y vieron que tenían símbolos grabados en cada uno: un sol, una estrella y una copa. Recordando el símbolo de la entrada, deciden seguir por ese camino. 

Se enfrentaron a esta decisión un par de veces más, hasta llegar a un callejón sin salida. Sin embargo, Rick no se rindió y empezó a tocar las paredes. En la pared que se encontraba al oeste, escuchó un sonido hueco, y encontró un mecanismo que abría un camino a través de la pared y, dentro, se encontraba el tesoro español. Oro hasta donde alcanzara la vista. ¡Lo habían encontrado! 

En ese momento, escucharon una voz detrás de ellos. Se trataba de Fernando, el mismo que había atacado a Rick en la subasta. ¿Cómo los habían seguido? En eso, Kari le apuntó con una pistola mientras se disculpaba. Fernando empezó a reír y contó que Kari siempre estuvo trabajando con él, lo había salvado para crear ese vinculo y que lo llevara directamente al premio mayor.

Ahora, Rick debía morir. Sin embargo, la cueva empezó a temblar. Sin darse cuenta, habían activado un sistema de seguridad oculto para proteger el tesoro. Fernando no se quería separar del tesoro y empezó a recoger tanto como pudo. Su avaricia fue su fin cuando le cayó un pedazo del techo en la cabeza. 

Rick y Kari corrieron en dirección a la salida. De repente, una grieta se abrió frente a ellos. Rick la saltó sin problemas, pero Kari trastabilló y cayó al vacío. Sin tiempo para lamentarse, él continúo a toda velocidad a la salida.

Logró salir a tiempo, mientras las piedras cerraban la cueva para siempre. Nadie querría gastar millones de dolares para recuperar unos cientos, por lo que el tesoro permanecería enterrado para siempre. Aunque no todo estaba perdido. Metió la mano a sus bolsillos y sacó un puñado de monedas de oro, que tomó gracias a que todos estaban distraídos con la aparición de Fernando. 

De esta manera, Rick pudo dar por finalizado uno de los tantos deseos de su padre, regresando a casa victorioso.

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