domingo, 4 de diciembre de 2022

Calendario de Adviento 2022 Día 4: "La mochila mágica"

Richard, un niño de 12 años, es considerado por muchos un chico problema. Molesta a sus compañeros y tiene malas calificaciones. Pero esto es tan solo una parte de la verdad. En cambio, Richard es un chico de buen corazón pero que le cuesta relacionarse con los demás y el estudiar. Quiere cambiar pero sus esfuerzos no son suficientes.

Un día, mientras estaba caminado de regreso a casa, se topa con una señora mayor que necesita ayuda para cruzar la calle ya esta cargando con muchas compras y eso hace que su andar sea lento. Richard decide ayudarla hasta llegar a la casa de la señora. Esta, al ver lo buena persona que era, le dice que espere. Cuando regresa, la señora le entrega una mochila de color negro a Richard, diciéndole que era muy especial y le iba a ser de mucha utilidad. Al principio, no quería aceptarla, pero debido a la insistencia, la termina aceptando y llevando a casa.

Decidió no usar la mochila si era tan especial, por lo que estaba vacía. Pero, si la tenía cuidada y en un lugar donde no sufriera daños. 

Una semana después, Richard estaba aburrido en su habitación sin nada que hacer, ya que había dejado el estudio de lado (de nuevo) al no entender nada. Deseo tener algo para entretenerse. Un momento después, la mochila negra brilló. Cuando se apagó, revisó el interior de la mochila y encontró una pelota de una buena marca, algunos rompecabezas y juegos de cartas. 

Esto dejó muy sorprendido a Richard, quien empezó a desear más y más cosas como dulces, botanas, juguetes, etc. La señora tenía mucha razón: ¡La mochila era especial!

Llegando la temporada de exámenes, Richard pensó que tenía una oportunidad de mejorar sus notas gracias a la mochila, así que deseó tener una copia de las respuestas del examen. La mochila brilló y cuando revisó su interior no encontró las respuestas, sino un libro de texto de la materia. Continuó deseando las respuestas, pero nada pasó. Decepcionado, aventó la mochila y el libro de texto. 

Un poco más calmado, empezó a revisar el libro y descubrió que era muy fácil de entender. Todas las explicaciones eran muy sencillas y rápidas de asimilar. Leyó el libro durante toda la noche y aprendió todo lo que no había aprendido en meses de estudio. Al día siguiente, cuando presentó su examen, lo contestó muy rápido y no tuvo duda de ninguna pregunta. Le pidió a la mochila los libros de las demás materias para estudiar a conciencia. Con esto, empezó a mejorar sus notas.

Sin embargo, esto vino con un revés: los celos de sus compañeros. Al fin y al cabo, ¿cómo era posible que una persona por debajo del promedio elevara su nivel de la noche a la mañana? Todos pensaron que estaba haciendo trampa y empezaron a aislarlo más de lo que ya estaba. 

Deprimido por esta situación, Richard deseó una forma de cambiar de escuela. La mochila brilló y le entregó un teléfono celular con una nota que decía:

Solo para emergencias, un único uso

Esto le pareció muy extraño, ya que la mochila nunca le había entregado algo tan específico. Pero, gracias a la experiencia con los libros que le habían ayudado mucho, pensó en guardarlo y llevarlo con él en todo momento.

Luego de unos días, mientras Richard estaba en clase, empezó a escuchar un alboroto fuera de su salón de clases. Al salir a revisar que era lo que pasaba, se encontró con una escena un tanto inusual: un trió de matones estaban intimidando a una compañera. Por la plática que tenían, los matones estaban enamorados de esta chica y le habían pedido en varias ocasiones salir, pero ella siempre los rechazaba. Cansados, decidieron tomar un enfoque más agresivo, y la habían arrinconado contra la pared del pasillo hasta que les dijera que si quería estar con ellos.

Ninguno de los maestros y compañeros se querían acercar a los matones, más que nada porque tenían una reputación de ser muy peligrosos. Pero Richard no podía dejar esta situación sin intervenir. Así que dio un paso al frente y les dijo a los matones que se fueran o si no lamentarían las consecuencias.

Los matones comenzaron a reír de manera estruendosa, y uno de ellos le dio un buen golpe a Richard que lo dejó en el suelo. Sin saber que más hacer, sacó el celular que le entregó la mochila y presionó el botón de llamada. Diez segundos después, aparecieron 5 agentes de policía que detuvieron a los matones y se los llevaron por varios delitos que cometieron.

Aliviado de que todo saliera bien, Richard se levantó para regresar a su salón, pero una voz la detuvo. Era la compañera que había salvado de los matones. Le agradeció de corazón su buen acto. Con esto, sus compañeros empezaron a ver que no era como lo habían etiquetado y cambiaron su forma de tratarlo.

Pasado un tiempo, Richard se encontró de nuevo con la señora. Le agradeció por la mochila y por como le había cambiado la vida. La señora le dijo que la mochila no había hecho nada, todo había sido gracias al propio Richard que pudo salir adelante. Aún así, Richard le preguntó como podía agradecerle. La señora, con una sonrisa, le respondió: 

Si ves a alguien de buen corazón que necesite ayude, dale la mochila. 

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