domingo, 11 de diciembre de 2022

Calendario de Adviento 2022 Día 11 "La médium"

Alice era una chica muy especial. Todas las mujeres de su familia eran capaz de comunicarse con espíritus. Aunque el sentido común era que debíamos alejarnos de los espíritus, ellas veían las cosas de manera diferente. Su madre le enseñó que lo que veían era lo que quedaban de los muertos, sus ecos, si se les quería decir así. Están varados y no pueden trascender ya que tienen un asunto pendiente en la Tierra. Era su deber, como las únicas que podían verlos, ayudarlos a descansar en paz. Esas sencillas palabras quedaron muy grabadas en el corazón de Alice, marcándola para siempre.

Poco después de entrar a la preparatoria, y con tal de llegar a la mayor cantidad de gente posible, empezó una consultoría en donde recibía todo tipo de peticiones paranormales. La mayoría del tiempo eran cosas sencillas, nada que tuviera que ver con espíritus. Con unos cuantos talismanes y sal se resolvían. Pero, de vez en cuando, se encontraba con un grito de ayuda desesperado.

Un día, al terminar las clases, un par de compañeros se acercaron a Alice. Eran la famosa pareja perfecta: Susan y Jack. Toda la escuela los conocía. Había rumores de que nunca peleaban y demostraban su amor a cada momento. Por eso le extraño mucho a Alice que la estuvieran buscando.

Susan empezó a hablar. Habían visto su anuncio de que podía resolver cualquier caso paranormal y necesitaban su ayuda.

Empezó hace un mes. A cualquier lugar al que fueran Susan y Jack juntos pasaba algo: se rompían vidrios o vasos, los perros los perseguían, terminaban empapados, se perdían sus pertenencias... Intentaron de todo par que esta cadena de mala suerte se detuviera, pero nada funcionaba. Cuando estaban a punto de rendirse, vieron el anuncio de la consultoria de Alice. 

Al escuchar sus problemas, Alice decidió a ayudarlos. El primer paso era identificar si verdaderamente lo que causaba su mala suerte era un espíritu, ya que no era algo que ellos hicieran. Concentrándose, enfocó sus ojos para ver más allá. Así, pudo identificar que si había alguien al lado de Susan. Era una chica muy parecida a ella, solo con un color de ojos diferente. Les dijo a la pareja lo que veían y Susan empezó a llorar. Se trataba de su hermana gemela Tina, quien desapareció hace tres meses en circunstancias misteriosas. Informaron a la policía de este suceso, pero sus investigaciones no dieron resultados. Con esto, podía confirmar que estaba muerta. 

Una vez identificado a Tina, Alice le preguntó porque estaba haciendo todo, cuál era su asunto pendiente. Pero ella no se acordaba. Tenía la sensación de que debía advertir a su hermana de un gran peligro que le acechaba. Eso estaba haciendo el día que murió. 

Alice, que en este momento era el contacto entre Tina y Susan, comentó lo que había descubierto. Debían recrear el último día de Tina para terminar su asunto. Así, le preguntó a la pareja donde era el último lugar en el que la habían visto. Susan respondió que una cafetería cercana a la escuela. Cuando salió de su casa, dijo que se iba a reunir con alguien en ese lugar. Sin perder el tiempo, salieron para ese lugar.

La cafetería se encontraba casi vacía al momento que llegaron, lo cual facilitaba mucho la investigación. Alice se acercó a uno de los empleados y le preguntó si se acordaba de una chica muy parecida a Susan que estuvo aquí hace tres meses. El empleado se molestó mucho por esto, estaba harto de que todos llegaran a preguntarle sobre esa niña. Alice logró calmarlo lo suficiente como para que explicara lo que había pasado ese día.

Tina había llegado como a las 2 de la tarde de ese día. Pidió un frappe y se sentó en una mesa que daba directamente a la puerta. Cada que entraba alguien, levantaba la mirada, como si buscara a alguien en concreto. A las 5 de la tarde, recibió un mensaje en su celular y, poco después de leerlo, salió de ahí.

Con esta nueva información, salieron de la cafetería. Susan y Jack le contaron a Alice que el teléfono de Tina estaba perdido junto con ella y, no solo eso, habían estado siguiendo sus movimientos a través de las cámaras de vigilancia de la zona, pero la perdieron cuando atravesó un callejón.

Alice volteó a ver a Tina y vio como se tambaleaba. Le preguntó si estaba bien y ella le respondió que había recuperado un recuerdo: el mensaje decía que fuera a la estatua en el centro de la ciudad en 15 minutos para platicar más tranquila. Alice pensaba que era muy  raro que cambiara el punto de reunión sin una razón y sin previo aviso. Se había tejido un gran velo de oscuridad.

Llegaron a la estatua de y Alice miró alrededor. Era un punto ciego de las cámaras de seguridad. Por eso la búsqueda de la policía no sirvió de nada. No solo eso, esto indicaba que el lugar había sido elegido por alguien de antemano.

Tina tuvo otra revelación: se reunió con la persona que estaba esperando, quién le dijo que fueran a una obra de construcción cercana para hablar sin que nadie los molestara. Y empezaron a caminar en esa dirección. 

Otro cambio de lugar raro, pensó Alice. Ya era demasiado como para pensar en coincidencias. Les dijo a Susan y a Jack que tenía que revisar algo antes de continuar y realizó una llamada...

La obra de construcción seguía en marcha, pero en ese momento estaba todo tranquilo. Encontraron un hueco en la valla y entraron al lugar. Ahí, Tina tuvo su visión final: discutió con la persona con la que se había citado, le dijo que se alejara de su hermana o lo lamentaría. La otra persona, enojada, le dio un golpe en la cabeza, el cual la mató. Alice le preguntó quien era esa otra persona y Tina solo levantó un dedo...apuntando a Jack. 

Al ver la cara de sorpresa de Alice, Jack empezó a reír como maníaco. Al fin había sido descubierto. Y todo por culpa de una médium. Susan le preguntó a Jack porque había matado a su querida hermana. Le respondió que Tina había descubierto el siniestro plan que tenia para Susan, y quería que se alejara de ella o lo entregaría a la policía. Pero él no es de los que se intimida fácilmente. Si había un obstáculo enfrente, solamente tenía que destruirlo. Y, ahora mismo, veía dos a poca distancia.

Para mala suerte de Jack, Alice había llamado a la policía. Antes de que pudiera hacer algo, varios agentes salieron de su escondite y lo apresaron. Tina, feliz de haber detenido el plan contra su hermana, pudo ir al otro mundo en paz. 

Susan no sabía como agradecer todo lo que había hecho Alice: no solo la había ayudado a ella, sino también a su querida hermana gemela. Alice respondió que no tenía nada que agradecer, que era su trabajo ayudar a los demás. Con estas palabras, se fue, pensando en el bien que había hecho y en lo que le deparaba el mañana.


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