martes, 5 de diciembre de 2023

Calendario de Adviento 2023 Día 5 "Una historia de El Vigilante - Una amenaza explosiva"

¡Una presentación especial! Una aventura más del superhéroe más grande de la Tierra: ¡El Vigilante!

- ¿Qué tienes en tus manos compañero? - preguntó Anna al llegar a su escritorio en la comisaría.

- Lo típico, una carta de amenaza de bomba - respondió Erik, tirándola como si fuera nada.

- ¡Pero Erik! ¿Qué tal si es real?

- Nunca son reales. Todos en la comisaría están cansados de estar atendiendo estas amenazas cada que llegan.

En eso, empieza a sonar el teléfono de Anna.

- Comisaría de Ciudad Alba, ¿cuál es su emergencia?

- Parece que ignoraron mi amenaza - respondió una voz sintética.

- ¡¿Quién eres?! - gritó Anna al mismo tiempo que ponía la llamada en altavoz.

- ¡Soy El Destructor! Y ustedes me han ignorado por última vez... Vean por la ventada

Cuando terminó de decir eso, Erik y Anna voltearon por la ventana y vieron que, en el parque al otro lado de la calle, hubo una explosión.

- JAJAJA - rió El Destructor - Esa solo fue una prueba de mi gran poder.

- Maldito - respondió Erik

- Esta vez solo fueron daños materiales, pero las próximas 10 bombas no lo serán.

- ¿10 bombas? - preguntó Anna un poco asustada - ¿Cuáles son tus demandas?

- Quiero jugar un juego. Y solo pueden participar ustedes dos. Lo único que tienen que hacer es encontrar las bombas que oculté por toda la ciudad. Si lo logran, me entregaré pacíficamente a la policía. Si no, pues... ya se lo imaginan. 

- Ni siquiera sabemos donde empezar.

- Oh, claro que si saben. Ah, y todas las bombas tienen un temporizador. Tienen 8 horas para encontrarlas. Buena suerte - y con una última risa, se dejó de oír la voz de El Destructor.

Había un caos en la comisaría, las llamadas entraban sin parar y los agentes no se deban abasto para atenderlas todas. Mientras tanto, Erik y Anna estaban pensando.

- ¿Cómo que ya sabemos donde buscar? Es imposible. Necesitamos la ayuda de El Vigilante - decía Anna

- No lo necesitamos. Nosotros podemos con esto. ¡Vamos! Tenemos trabajo que hacer -respondió Erik.

- ¿A dónde? 

- ¡Al lugar de la explosión!

A toda velocidad, llegaron al parque donde fue la explosión. El caos persistía en el lugar. Las personas estaban corriendo de un lado para otro, empujándose. Erik y Anna estuvieron un rato calmando la situación antes de encontrar su destino: la que antes era la fuente central del parque.

- Esto es curioso - comentó Anna al examinar la escena.

- ¿Qué encontraste? - preguntó Erik.

 - Esto - dijo Anna sacando una caja de metal - Al parecer, la caja fue creada para resistir este tipo de explosiones. Voy a abrirla.

- ¡Ten cuidado! Puede ser una trampa - gritó Erik al tiempo que aventaba la caja lejos de ellos y cubría a su compañera.

Después de esperar unos minutos y ver que no pasaba nada, se acercaron a la caja. En su interior, había un par de radios y un mapa con varios puntos.

- ¿Qué es esto? - preguntó Erik

- Esto, querido policía, es la clave para salvar la ciudad - respondió El Destructor a través del radio. - Adelante de ustedes, tienen el mapa con las ubicaciones de las bombas. Por esta ocasión, fui generoso y las puse a una distancia en que pueden desactivarlas todas. Así, sentirán todo el peso de la culpa si fallan. Buena suerte, jugadores. Jajajaja.

Se hizo silencio.

- Ese maldito esta jugando con nosotros. ¡No podemos dejarlo ganar! - dijo Anna muy enojada.

- Tranquila compañera. Ya tenemos todo lo que necesitamos. Ahora nos toca detener las bombas. Al fin ese curso que tomamos con el FBI. ¡Vamos!

- ¡Espera compañero! 

Con un nuevo aire, Erik y Anna se apresuraron a las distintas ubicaciones en el mapa. Poco a poco, fueron desarmando las bombas que se encontraban. Sin embargo, había algo extraño en todas las bombas. Eran demasiado sencillas de desarmar. Si El Destructor quería destruir la ciudad, no estaba poniendo mucha resistencia...

- Esta es la ubicación de la última bomba - dijo Anna

- Sí, por fin vamos a acabar con esto - respondió Erik - ¿Ves? No necesitábamos a tu superhéroe de tercera, nosotros vamos a salvar la ciudad.

- Por una vez, estoy de acuerdo contigo.

Pero, al cruzar la entrada, la puerta y las ventanas fueron tapiadas por gruesas láminas de metal, mientras la habitación de llenaba poco a poco de un gas que salía de las radios. Con esto, Erik y Anna fueron noqueados. 

Pasado un rato, recobraron la conciencia. Al mirar a su alrededor, se encontraban atados en un almacén desconocido.

- Jajaja. Cayeron directos en mi trampa - rió El Destructor - Si tan solo hubieran dejado los radios donde los encontraron...

- ¡Te ganamos! Ahora, te tienes que entregar a la policía - le dijo Anna.

- No, ustedes perdieron. No pudieron desactivar la última bomba. Ahora, la ciudad está perdida. Y nadie, ni El Vigilante, podrá detenerlo.

- ¿El Vigilante? ¿Qué tiene que ver ese sujeto con nosotros? - preguntó Erik.

- No se hagan los tontos. He hecho mi trabajo. Cada que ustedes están involucrados en un caso, El Vigilante aparece. Pero, si los tengo bajo mi poder, no podrá hacer nada. ¡Gané!

- ¡El Vigilante te detendrá!

- Que lo intente. Estoy preparado. Y ahora, disfruten sus últimos momentos.

El Destructor se fue y los dejó solos en una habitación oscura.

- ¿Ahora que haremos? - preguntó Anna ¿Erik?

- Lo siento Anna - respondió Erik mientras le daba un pequeño golpe para noquearla - Pero necesito salvar a la ciudad. 

Con su supervelocidad, Erik se cambió a su traje de El Vigilante y salió del cuarto para enfrentarse a El Destructor.

- ¡El Destructor! ¡Te detendré!

- ¡El Vigilante! Te estaba esperando. No podrás detener mis planeas cuando veas esto.

Con pulsar un botón, El Destructor revelo a... ¿un segundo El Vigilante?

- ¿Pero qué has hecho?

- Jajajaja. Pedí un poco de ayuda. Esta persona pudo recolectar tu ADN y crear un clon para derrotarte. Ahora, ¡soy imparable!

El clon se lanzó a atacar al original. Ninguno de los dos cedían. Los golpes entre ambos eran fuertes. Era un rival formidable. 

Después de unos minutos, El Vigilante original estaba en el suelo. Pero, antes de que pudiera darle el golpe final, el clon de derritió.

- ¿Qué pasó? - preguntaba incrédulo El Destructor.

- Parece que era un clon imperfecto - respondió El Vigilante - Ahora, te daré tu merecido.

El Vigilante le dio un buen golpe para dejarlo inconsciente. Lo entregó a la policía y regresó (vestido de civil) con Anna para sacarla del edificio. 

- ¿Qué fue lo que pasó? - preguntó Anna al despertar

- Ese supeheroe tuyo nos volvió a salvar - respondió Erik - Tengo que admitirlo, sin su ayuda, estaríamos perdidos.

- ¡Te lo dije! Desde un principio debimos de buscar su ayuda.

- Si siempre le pidieramos ayuda, no tendríamos trabajo.

- A lo mejor, pero me siento más segura con él cerca. ¿Piensas que siempre nos está cuidando como dijo El Destructor?

- No lo sé, pero siento que no será la última vez que lo veamos - dijo Erik con un guiño.

¡Esta ha sido una aventura de El Vigilante! ¡Esperen con mucha emoción la siguiente entrega!

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