domingo, 3 de diciembre de 2023

Calendario de Adviento 2023 Día 3 "En búsqueda de la Tierra - Segunda parte"

De regreso a la nave, Per, Blu y Zul empezaron a revisar detenidamente el contenido de la caja fuerte de Arc, el investigador que descubrió donde estaba la Tierra, el planeta origen de la humanidad.

El pedazo de mapa no contenía información aparte de los ya conocidos planetas que conformaban el sistema solar terrestre: Neptuno, Urano, Saturno. Al pasarlo por la computadora de navegación, no identificó ningún grupo de estrellas representativo de la región. Siendo un callejón sin salida, lo dejaron de lado para cuando tuvieran otra parte.

Ahora, la llave tenía una forma triangular, con grupos de puntos en cada vértice. Sin embargo, no incluía alguna instrucción de donde (o como) colocarla. Ni siquiera una ligera mención de la persona que la hizo. Otro camino sin salida.

Por último, estaba la nota extraña. Contenía un código que ninguno de los presentes había visto antes. Pero esto no detuvo a Blu, quién inmediatamente se puso a trabajar para descifrarla. Luego de un par de horas, descubrió el mensaje.

La nota eran un grupo de coordenadas al lado de dos nombres: Sys y Bri. Buscando estos nombres y coordenadas en la computadora de la nave, descubren que se tratan de dos planetas totalmente opuestos. Sys es un planeta cubierto completamente de agua donde viven los Royk, unos seres parecidos a las sirenas que se encuentran en algunas historias humanas; mientras que el planeta Bri es un planeta compuesto, en un 90 por cierto, de desiertos. Este último es el hogar de los Arso, unos seres que se han adaptado a vivir bajo los rayos del sol extremos.

Como el planeta Sys era el más cercano a su posición, decidieron viajar ahí primero. Durante el viaje, Blu examinaba más de cerca la llave, Zul practicaba sus ataques y Per estaba durmiendo, ya que su habilidad le decía que ese era el camino que debían seguir.

Cuando llegaron a Sys, el equipo estaba asombrado. Nunca habían visto un planeta cubierto completamente de agua. Era una vista espectacular.  Para poder hablar con los Royk, tenían que descender a las profundidades con unos trajes especiales que les permitirían moverse y respirar en el agua como si nada. Así, dejaron la nave sobrevolando la superficie de la ciudad capital y se lanzaron al agua.

Una vez dentro, se volvieron a sorprender. Debajo del agua, todo era mucho más colorido. Podían ver luces, plantas, edificios... Todo tenía un color muy brillante que alegraba el alma. La única excepción era un edificio oscuro que emanaba un aura misteriosa.

Cuando llegaron a la capital, preguntaron donde estaba el líder, solicitando una audiencia formal con él. Así como les había pasado en Kin, era muy extraño que seres humanos visitaran ese planeta, por lo que no tardaron mucho tiempo en estar frente a Grog, el líder de los Royk.

Blu le explicó toda la situación a Grog, de como el planeta Thivi estaba en peligro y que estaban desesperados por encontrar el planeta Tierra siguiendo los pasos de Arc, los cuales los habían llevado a ese planeta. Le preguntaron si él o alguien de los Royk lo había conocido.

Grog, al ver la valiente tarea a la que se estaban enfrentando, les dijo que, aunque personalmente no lo había conocido (ya que fue mucho antes de su tiempo), si había oído historias de que un investigador humano se había quedado el planeta durante mucho tiempo, investigando el templo oscuro.

Zul le preguntó que era ese templo, ya que emitía un aura oscura. Grog le respondió que era un vestigio del pasado, de una época en que este planeta no estaba cubierto de agua. Las antiguas escrituras lo describían como un "rascacielos": un gran edificio que tocaba el cielo. Sin embargo, fue olvidado con el tiempo y nadie sabía lo que existía en su interior.

En ese momento, Per se levantó de un salto y salió corriendo de la oficina de Grog. Apenados, Blu y Zul se disculparon y fueron tras él. Cuando lo alcanzaron, se dieron cuenta de que estaban frente al templo oscuro.

Blu empezó a examinarlo para encontrar una entrada. Pero sus esfuerzos fueron en vano. Estaba completamente sellado. Incluso los golpes que le daba Zul al edificio no le causaban daño alguno. Solo quedaba que Per pudiera descubrirlo usando su habilidad. Sin embargo, lo habían pedido de vista.

Después de llamarlo a gritos durante un buen rato, Per apareció frente a ellos como si fuera magia. Ambos le preguntaron donde estaba y les dijo que dentro del templo, pero llego a un punto donde ya no pudo avanzar, así que decidió regresar por ellos. Luego de regañarlo por hacer esas cosas sin avisar, decidieron seguirlo para entrar al templo.

Sin embargo, el camino por el que los estaba guiando los llevaba lejos del templo. Extrañados, le preguntaron a Per si no se había golpeado la cabeza y les dijo que no, que su habilidad le decía que estaba en el camino correcto.

En unos minutos, llegaron frente a una casa abandonada. Cuando entraron, Blu y Zul tuvieron una extraña sensación de que ya habían estado en esa casa antes. Pero era imposible, ¿o no? Revisándola más a detalle, se dieron cuenta de que estaba acomodada de la misma manera que la casa de Arc en Kin. ¡Esta había sido su vivienda en el planeta Sys!

Bajaron al sótano y Per les mostró un largo túnel que no parecía tener fin al mismo tiempo que les decía que era la entrada al templo oscuro. Ahora todo tenía sentido. Si no se podía entrar por encima, se debería poder entrar por debajo. Con esto, estaban más cerca de encontrar la siguiente pista.

Pasadas un par de horas, llegaron hasta el final del túnel, dentro del templo. Lo más curioso de todo es que no había agua en su interior, lo cual era muy raro considerando el lugar donde estaban. Pero dejaron ese misterio de lado, ya que no había tiempo que perder. Siguiendo a Per, llegaron hasta la puerta cerrada que había mencionado. Al revisar, Blu descubrió dos cosas: un extraño mensaje sobre las puerta y una hueco en una de las paredes al lado de la puerta, casi parecido a un triangulo... Ahí fue cuando se le ocurrió. Sacó la extraña llave de Arc y la colocó en la pared. Con un ruido ensordecedor, la puerta se abrió.

En su interior, se encontraba una sala totalmente iluminada y pintada de blanco. Al revisarla detenidamente, notaron que las paredes eran muy gruesas, como si el edificio hubiera sido diseñado para ser un refugio en caso de desastres. Aparte de eso, no había nada relevante en la sala.

Per, con mucho sueño encima, se recargó en una pared, la cual empezó a emitir una extraña luz. Lo que había pasado es que Per activó un mecanismo de proyección oculto, la cual mostraba una grabación de Arc.

Luego de una rápida introducción donde los saludaba y los felicitaba por haber llegado hasta ahí, Arc empezó a contar la historia de la Tierra gracias a lo que había descubierto en su investigación: su creación, la aparición de la raza humana, su evolución, su caída, su evolución, su caída, su evolución, su caída... Hasta el punto en que los humanos decidieron abandonar su planeta para colonizar el universo.

Una vez terminada la explicación, Arc les dice que es de suma importancia que conozcan esta historia, porque siempre es un ciclo. Mientras haya un auge, eventualmente habrá una caída, seguida de un renacimiento. Su trabajo, más que encontrar la Tierra, se trataba de documentar, de manera fidedigna e indestructible, la historia de la raza humana.

Cuando la grabación acabó, del centro de la habitación salió un pedestal con otra caja, la cual tenía la segunda parte del mapa a la Tierra. Con esta nueva información, Per, Blu y Zul regresaron a la nave y pusieron rumbo a Bri para encontrar la última pieza.

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