sábado, 23 de diciembre de 2023

Calendario de Adviento 2023 Día 23 "La aventura del taller de Santa Claus - Primera parte"

 - Ya se acerca de nuevo la Navidad - dijo Claire - ¿Crees que lo volvamos a ver?

- ¿A quién? - pregunté.

- ¡A Santa Claus! ¿Recuerdas? Lo conocimos el año pasado en estas fechas.

- Claro que lo recuerdo. Pero no creo que lo volvamos a ver.

- ¿Y eso por qué?

- Es un hombre muy ocupado. Y más en los días antes de Navidad. Su taller debe estar trabajando a máxima potencia.

- ¿Cómo será ese taller?

- Debe ser enorme para tener la capacidad para atender a todos en el mundo. Si no, sería un completo caos.

- Si, incluso podríamos decir que ese taller es la Navidad.

Justo cuando terminamos esa conversación, escuchamos que llamaban a la puerta. Claire se acercó para abrirla y se sorprendió por quien estaba frente a ella. Era Santa Claus.

- ¡Hola! - dijo - ¿Cómo han estado?

- ¿Santa? Que sorpresa, justo estábamos hablando de ti - comentó Claire.

- Espero que puras cosas buenas - respondió guiñando el ojo.

- Es curioso verte por estos lados en estas fechas. ¿No deberías estar en el taller?

- Si... Es justo eso por lo que vine.

- ¿Algo le pasó al taller?

- Se podría decir que sí... Está perdido.

Claire y yo nos quedamos sorprendidos por la repentina noticia.

- ¿Cómo es posible que un taller se pierda? - pregunté

- Mi taller es... especial - dijo Santa Claus - Tiene una fuerte magia que le permite viajar a cualquier parte del mundo para poder recolectar materiales para hacer los juguetes. Pero, algo sucedió mientras estábamos comprando materiales en la ciudad vecina. Hubo un ruido muy extraño y el taller, junto con todos mis trabajadores, desapareció. Estuve un rato buscándolo, pero sin resultados. Así que decidí venir por su ayuda, los mejores detectives del mundo.

Claire y yo nos dirigimos una mirada. No necesitábamos nada más para saber que habíamos decidido tomar el caso. Sino, la Navidad estaría perdida (por segundo año consecutivo, lo cuál es muy raro que pase).

- ¿El taller no tiene ningún tipo de localizador? - preguntó Claire

- Si, y es lo que estuve usando para buscando - comentó Santa - Pero, la señal es muy confusa. De acuerdo con mi equipo, el taller se encuentra en no menos de trece puntos distintos del mundo.

- Eso es demasiado amplio como para empezar la búsqueda. Debe haber algo más que podamos usar para acortarla - dije pensativo - ¿Cómo funciona el viaje?

- Para simplificarlo mucho, uso una especie de dimensión de bolsillo, en la cuál existen puertas a todas partes. Lo único que hago antes de activarlo es establecer las coordenadas de salto y, en menos de un parpadeo, me lleva a donde quiero.

- ¡Eso es! Los puntos en tu rastreador significan que está entrando y saliendo de esa dimensión de bolsillo. Lo más seguro es que el equipo que usas para introducir las coordenadas haya tenido un fallo y esté viajando a todos los lugares registrados.

- Me imaginé que eso estaba pasando - mencionó Santa - Si es así, es imposible recuperar el taller.

- ¿Por qué dices eso? - cuestionó Claire

- Sin el equipo dentro de mi taller, no es posible controlar los saltos.

- ¡A menos que usemos un ancla!

- ¿Cómo dices?

- ¡Muy buena idea Claire! Si podemos poner un ancla, algo a lo que el taller se pueda agarrar durante unos momentos, lograremos entrar y arreglar la maquina.

- Pero eso es magia, y ustedes, perdón por decirlo, no pueden usarla.

- ¿Y qué hay de ti Santa?

- Estoy igual. Puedo usar cierto tipo de magia, como la de conceder deseos, pero todo viene de mi conexión con el taller. Sin él, no tengo mucho poder.

- ¡Entonces, solo debemos ir con una experta!

- ¿Te estás refiriendo a ella?

- Por supuesto Claire. No hay nadie mejor que ella en lo que respecta a la magia.

*****

En nuestras múltiples aventuras, hubo muchas veces que nos cruzamos con la magia, como en la aventura del perro de peluche. Después de ese encuentro, nos pusimos a investigar todo alrededor de la magia. Así, conocimos a Violet, una gran hechicera.

A pesar de intentar aprender bajo su tutela, ni Claire ni yo teníamos una aptitud mágica lo suficientemente alta como para manejarla, pero si para crear algunos hechizos defensivos de bajo nivel. En cambio, ella tenía una gran afinidad para la magia, podía usarla tan fácil como respirar. Si alguien podía crear un ancla, era ella.

Para nuestra suerte, su hogar se encontraba a una hora de nuestra oficina. Cuando llegamos, ya no estaba esperando en la puerta.

- Parece que tus habilidades de clarividencia siguen intactas Violet - dije

- Por supuesto, así me cuido de mis enemigos. Hola Santa, necesitas mi ayuda, ¿verdad?

- Hola Violet. Por supuesto. ¿Todavía guardas ese kit que te regale hace tantos años?

- Por supuesto. Es lo que me ayudó a iniciar en el camino de la magia.

- Entonces, ya sabes porque estamos aquí.

- Así es. Necesitan un ancla para el taller. Ya preparé el hechizo, solo necesito un objeto que haya estado dentro para poder crear el vínculo.

- ¿El localizador sirve? - preguntó Claire

- Claro. Por favor, pónganlo en el centro del círculo mágico.

Santa dio un paso adelante y puso el equipo en el lugar indicador. En un momento, el círculo se ilumino con un color morado y empezó a soltar rayos y chispas. Luego de un fuerte ruido, un edificio de muchos colores apareció frente a nosotros.

- ¡El taller! - gritó Santa

- Lo que tengan que hacer, que sea rápido - nos dijo Violet - El ancla no está hecha para detener un objeto de ese tamaño por mucho tiempo.

- Muchas gracias por tu ayuda Violet - comenté - Ahora, vamos a entrar para arreglar todo.

Con esas palabras, Santa, Claire y yo entramos al taller.

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