jueves, 14 de diciembre de 2023

Calendario de Adviento 2023 Día 14 "La joven del hotel - La piscina"

El viaje a la piscina fue muy rápido, más que nada porque la habitación de David se encontraba un piso por debajo, y el hotel no contaba con elevador, solo escaleras, lo cual es muy raro para la época actual.

Dejando esos detalles de lado, David se asombró por el tamaño de piscina. No había visto una tan grande. Se notaba que era un hotel de lujo. Y tenían una ventaja: estaba vacía. ¡La tenían para ellos solos!

Se separaron para cambiarse a sus trajes de baño. David salió primero y buscó un lugar para esperar a Helena, así que se acercó a la piscina y metió los pies. Estaba fría, pero no tanto como para no soportarla. Empezó a mover las piernas, pensando en la razón detrás por la que ella había llegado a su habitación. Lo único a lo que pudo llegar es que lo debió haber visto en el congreso, pero, ¿dónde...?

Sin embargo, esos pensamientos se fueron de su mente al escuchar que Helena lo llamaba. Al mirarla, se quedó hipnotizado y solo dijo una palabra "linda". Se veía hermosa en su traje de baño. Ella le dijo que no la mirara mucho, que sentía un poco de vergüenza. Así que volteó la mirada a la piscina.

Ella se sentó a su lado y se quedaron otros minutos en silencio. Por alguna extraña razón, este momento no se sentía igual de incómodo que en la habitación, al contrario, tenía una sensación muy agradable...

En eso, Helena se levantó y se lanzó a la piscina. David se sorprendió mucho al verla, pero al ver su sonrisa, no tuvo más remedio que seguirla. Así que comenzaron a jugar. Se aventaron agua, pelearon con pistolas de agua y lanzaban la pelota. Durante todo el tiempo, ella tenía una gran sonrisa. Se veía muy linda cuando lo hacía.

Por último, ella propuso una carrera y quién ganara, podría pedirle al otro lo que quisiera. David aceptó, pensando que con eso podría descubrir un poco más de ella. Se pusieron en la línea de salida y empezaron a contar. Sin embargo, Helena se adelantó un poco y tomó el primer lugar, dejándolo atrás. David hizo su mejor esfuerzo, pero perdió.

Salieron de la piscina y, como recompensa por la batalla, le invitó un refresco de la maquina expendedora. Ella dijo comprara uno de sabor uva, y él se sorprendió, ¡también le gustaba ese sabor! No había muchas personas que lo disfrutaran porque parecía jugo, pero no importaba. Lo compró y, una vez que se cambiaron de ropa, se lo pasó mientras estaban descansando en unas sillas.

Ahí, empezaron a platicar de sus recuerdos en la playa y la piscina. Justo cuando Helena le iba a decir cuál iba a ser su petición... Escuchó unas voces que la paralizaron.

Al voltear, David vio que llegó un grupo de jóvenes de su misma edad: tres hombres y dos mujeres. Estaban causando un gran escándalo, gritando lo aburrido que había sido todo el congreso y que ellos lo único que querían era pasear por la ciudad. Entonces comenzaron a preguntarse dónde estaba Helena, o sí alguna la habían visto. Pero las mujeres dijeron que no, la última vez que la vieron estaba su habitación. Uno de los hombres, que parecía el líder, les respondió que no le tomaran importancia y mejor se fueran a cambiar.

Durante todo este intercambio, Helena se ocultó detrás de David, temblando. Ahora no tenía ninguna duda, algo grave le había pasado. Cuando el grupo entró a los cambiadores, salieron rápidamente de la piscina y regresaron al cuarto de David.

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