Pero el segundo suceso los convenció de que era culpa suya los acontecimientos inexplicables.
Al día siguiente del evento de levitación, al mago lo contrataron por última vez, ya que no encontraron a otra persona mejor. Por lo tanto, se puso a practicar sus trucos, que aún recordaba. Un momento antes de irse, abrió el libro otra vez y leyó esta vez el hechizo de como bajar a las cosas o personas del aire.
Desconocido para él, lo que hizo fue bajar todo lo que se había elevado el día anterior. Se trasmitió de inmediato la noticia, con esto, comprobó que los poderes del libro eran reales. Convencido de esto, lo incluyó en su acto.
Después de una hora de viaje, llegó al teatro donde se presentaba. Lo primero que hizo fue realizar sus trucos clásicos por los que era conocido. Como gran final, planeo usar el truco más secreto del libro, abrir un portal para dejar escapar unos fantasmas y devolverlos.
Pero algo sucedió que cambio todo lo que conocía, ya que despertó en un jardín, junto a su ayudante.
Descubrió que ya no estaban las personas del teatro como su ayudante y él, sino como fantasmas, y el portal por el que entraron se desvaneció, para su suerte, tenia en su poder el libro de magia. Su misión, desde ese momento, fue buscar la forma de activar el portal para devolver a las personas al mundo real, tarea que no iba a ser nada fácil.
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