Claire y yo ya habíamos ayudado a la Santa Iglesia en el caso donde secuestraron al Papa, y, como llegaba a la ciudad donde vivíamos, por lo que estábamos decidiendo si ir o no. Primordialmente, yo no quería ir, por eso el motivo de la discusión.
-¿Cómo que no vas a ir? Es una oportunidad única-dijo Claire
-Si, pero ya lo vimos, ¿recuerdas?; hasta lo rescatamos y nos agradeció-respondí.
-No es motivo suficiente de porque no quieres ir.
-Es lo único que basta para mí, si tu quieres ir, no te detendré.
Lo que cambiaron nuestros planes fue la intromisión del entonces jefe de gobierno. Por su cara, tenia algo de suma importancia entre sus manos, aparte de la visita del Papa.
-Requerimos de sus servicios-nos dijo a ambos.
-¿Requerimos?-preguntó Claire
-Si, todo el mundo, ya que sin su ayuda, todo caerá en caos total.
-¿Que es lo que necesitas de nosotros?-pregunté
-Que cuiden al Santo Padre
-¿Se te acabo el personal?
-No, he recibido una amenaza de una persona que pienso que les interesara.
Y empezó a leer una carta que saco de su bolsillo del pantalón:
"Mis cordiales felicitaciones por traer al jefe de la Iglesia Católica a este país, mi misión de arrebatarle la vida y crear un completo caos en todo el mundo sera más fácil, no intenten detenerme, porque he plantado bombas en toda la ciudad para que, si un policía o agente de la ley aparece por algún lado, destruiré la ciudad. A los únicos que permitiré que me detengan son personas tan listas como para descifrar el verdadero significado de este mensaje. Atentamente Marlene. P.D. Para que no se pierda tiempo en buscarlos, anexo la dirección del despacho donde se encuentran ubicados."
Sentí como me hervía la sangre, mi enemiga estaba por fin al alcance de mis manos, podría tomar acción en contra de todo lo que nos ha causado durante mucho tiempo. Pero primero, descubrir donde se encontraban las bombas. El mensaje lo decía muy claro.
-Las bombas están en el recorrido papal-respondí.
-¿En que parte?-me preguntó el jefe de gobierno.
-En todo el recorrido-respondió por mí Claire, también había descifrado el mensaje.
-Esta muy bien asegurado, ¿en donde se podrían esconder unas bombas?
-En un lugar muy obvio, en las personas.
-Es decir...
-Va a ver personas muy explosivas en la celebración-aclaró Claire.
-¿Cómo que no vas a ir? Es una oportunidad única-dijo Claire
-Si, pero ya lo vimos, ¿recuerdas?; hasta lo rescatamos y nos agradeció-respondí.
-No es motivo suficiente de porque no quieres ir.
-Es lo único que basta para mí, si tu quieres ir, no te detendré.
Lo que cambiaron nuestros planes fue la intromisión del entonces jefe de gobierno. Por su cara, tenia algo de suma importancia entre sus manos, aparte de la visita del Papa.
-Requerimos de sus servicios-nos dijo a ambos.
-¿Requerimos?-preguntó Claire
-Si, todo el mundo, ya que sin su ayuda, todo caerá en caos total.
-¿Que es lo que necesitas de nosotros?-pregunté
-Que cuiden al Santo Padre
-¿Se te acabo el personal?
-No, he recibido una amenaza de una persona que pienso que les interesara.
Y empezó a leer una carta que saco de su bolsillo del pantalón:
"Mis cordiales felicitaciones por traer al jefe de la Iglesia Católica a este país, mi misión de arrebatarle la vida y crear un completo caos en todo el mundo sera más fácil, no intenten detenerme, porque he plantado bombas en toda la ciudad para que, si un policía o agente de la ley aparece por algún lado, destruiré la ciudad. A los únicos que permitiré que me detengan son personas tan listas como para descifrar el verdadero significado de este mensaje. Atentamente Marlene. P.D. Para que no se pierda tiempo en buscarlos, anexo la dirección del despacho donde se encuentran ubicados."
Sentí como me hervía la sangre, mi enemiga estaba por fin al alcance de mis manos, podría tomar acción en contra de todo lo que nos ha causado durante mucho tiempo. Pero primero, descubrir donde se encontraban las bombas. El mensaje lo decía muy claro.
-Las bombas están en el recorrido papal-respondí.
-¿En que parte?-me preguntó el jefe de gobierno.
-En todo el recorrido-respondió por mí Claire, también había descifrado el mensaje.
-Esta muy bien asegurado, ¿en donde se podrían esconder unas bombas?
-En un lugar muy obvio, en las personas.
-Es decir...
-Va a ver personas muy explosivas en la celebración-aclaró Claire.
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