Al día siguiente, Claire y yo nos dirigimos a la oficina en la que sucedió la curiosa desaparición, antes de entrar, examinamos las cercanías, encontrando unas pistas muy interesantes, como que un coche estuvo mucho rato enfrente de las oficinas, por lo que se puede saber que alguien estaciono el carro para una cosa rápida.
Entramos y examinamos el amplio vestíbulo, en el que no había ninguna pista de interés. Subimos a la oficina de la clienta, en la que observamos tres pistas de interés:
Primera, la ventana estaba muy alta, por lo que no se puede escalar por ella.
Segunda, que el despacho tenía una puerta transparente y todos podían ver lo que se realizaba, pero sólo en puntos específicos de los compañeros.
Tercero, la puerta era de fácil forcejeo, es decir, se podría entrar de forma fácil.
Nos dirijamos al despacho de David y note algo muy interesante.
-Mira esto Claire.
-¿Qué es eso?-indagó
-Es una planta
-¿Y que tiene de importante?
-Tal vez nada, continuemos.
Entramos al despacho de David, en el cual encontramos a un hombre con un pelo castaño, alto; en un despacho con puerta oscura y sin computadora, con puros libros.
-¿Qué quieren?-nos dijo con una voz muy ronca.
-Mi nombre es Claire y este es mi amigo James, somos investigadores de casos extraños.
-¿Y a mi que?
-Que eres un sospechoso.
-No tuve que ver con la desaparición de la computadora.
-Nunca dijimos porque estábamos aquí.
Nos quiso atacar, pero por fortuna, teníamos experiencia en defensa personal, por lo que se venció de forma fácil.
-Déjeme y les contare lo que sé.
Lo soltamos y empezó el relato de la noche fatal.
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