La aventura de la computadora parte 5 "la confesión"

-No estoy sorprendido, ya sabía que eras tú antes de que mataras en una discusión a este Juan Francisco-dije
-Pero ¿cómo?-me  cuestiono Claire
-Primero lo primero, dejemos que ella nos explique lo que sucedió.

-Lo que sucedió fue lo siguiente-empezó Sarai-la mañana que mostró su invento mi compañera, todos intentamos comprarlo, pero no acepto. Me fui muy furiosa.Al poco rato el jefe me hablo, para ofrecerme un trato, conseguiría el programa y me daría una bonificación. El mismo día no encontré la oportunidad para hacerlo, pero el día de ayer, al salir, vi como se le olvidaba la computadora, por lo que rápidamente la agarré y la escondí en la planta enfrenté a la oficina de David.
-Recuerdas, es la planta alta que te señale antes de entrar en esa oficina-le repliqué a Claire
-Si, perfectamente, pero deja que continué con su historia.

-El día de hoy regresé al lugar donde la dejé, pero Juan Francisco me vio tomarla. Antes de enfrentarlo, tenía que evitar que conocieran a mi empleador, por eso maté a David y a María José. Con David fue fácil, pero con María José fue más difícil, ya que tenia que posicionar un rifle con control remoto para matarla al mismo tiempo que yo me enfrentaba a Juan. Lo que pasó fue lo siguiente:
-¿Por qué robaste la computadora con el programa?
-Porque necesito el dinero, pero no dirás nada.
-¿Cómo?
-Te eliminare-y saqué una pistola y le dispare.

He aquí la confesión de Sarai.
-Te falta decir algo-le dije
-¿Qué?- me dijo con sorpresa
-El programa pirata que grabaste y le diste a tu jefe.
-¿Cómo lo sabes?
-Elemental, si tuvieras el alma manchada, no nos dirías todo esto.

Y nos entregó el programa original.
-¿Quien es tu jefe?-pregunté
-Su nombre es Marlene-terminó la oración y le dispararon por la espalda.

Al acabarse su vida, se nos mostró su atacante, que no era otra que Marlene.
-Entréguenme el programa.
-Nunca.
-Si no lo haces, perecerán.
-No si hago esto-y tiré al suelo el programa y lo destruí.
-Eres un idiota-y escapó, sin la posibilidad de atraparla, por más rápidos que fuéramos.
Alegrados, nos retiramos a nuestros aposentos.

-No me has dicho como descubriste todo el asunto.
-Bueno, Claire, es muy fácil; si sigues las pistas, lo puedes encontrar. Lo primero fue el orden de salida, no tenía nada que ver con que persona entró primero a la oficina buscando la computadora. En segunda, los de la limpieza no pudieron ser, ya que sólo vienen en la noche y no tienen contacto directo con el jefe.
-¿No deberían de haber descubierto la computadora?
-No, ya que Sarai la oculto en la parte baja de la planta, si recuerdas, estuve mirándola mucho rato, un examen más minucioso revelara un agujero en la tierra del tamaño de la computadora.
-Pero lo que más me impresiona- me dijo Claire-es como descubriste a la ladrona.
-Nada más fácil, fue una mujer, por la originalidad de el plan, y la lejanía de las muertes, como pensaríamos así, trató de inculpar a su compañera para escapar, pero la conciencia le remordió y ya ves lo que paso.
-¿Cuál es nuestro siguiente paso?- me cuestiono Claire
-Esperar a que Marlene cometa un error y la atrapemos.