viernes, 3 de febrero de 2012

La aventura de la computadora parte 1 "La trabajadora desesperada"

Leyendo mis notas de mis casos al final de mi vida, encuentro uno en particular; el denominado "caso de la computadora", no lo tome sólo por sus circunstancias extrañas, sino también por que tenia una ligera sospecha de que la organización de Marlene estaba atrás de todo.

Comenzó una mañana al parecer muy calmada; platicando y desayunando con Claire, algo a lo que nos habíamos acostumbrado, terminamos y nos vimos ante la presencia de una joven de pelo rojo, muy curiosa.

-Necesito de sus servicios-nos dijo
-Todos lo necesitan-le respondí
-¿Cuál es tu problema?- le preguntó Claire con voz dulce
-Me robaron mi computadora.
-Eso es una pequeñez, no tiene nada de interesante.
-Seguro que le va a interesar, en la computadora tenia un programa que puede abrir cualquier barrea informática, desde bancos hasta el FBI.

Lo juro, desde ese momento capto mi atención.
-¿Cómo algo tan valioso lo dejas en tu computadora?-preguntó Claire
-Creí que no lo iban a robar.
-No especulemos, dinos toda la historia de principio a fin, no olvides ningún detalle.

-Hace dos días, en mi despacho, (deben saber que trabajo en un puesto importante de la tecnología), diseñe el programa en cuestión, y lo guardé en la computadora. Como tenia junta a la hora siguiente, me lleve la computadora. Antes de terminar, les anuncie a mis compañeros mi gran descubrimiento.
-Un momento, ¿Cuáles son sus nombres?-pregunté
-Juan Francisco, David, María José y Sarai.
-Continua-dijo Claire.
-Por supuesto. Se los mostré y quedaron sorprendidos por tal software, que me ofrecieron comprarlo y ampliarlo, a lo cual me negué rotundamente; a alguien no le debió gustar la idea. A la mañana siguiente, fui a trabajar y me encontré con mis compañeros, los salude de paso y me dirigí a mi oficina. Terminé las labores del día y mis compañeros igual, nos disponíamos a salir, cuando note la ausencia de mi computadora, regresé por ella y para mi sorpresa, ya no se encontraba en el lugar donde la dejé. Como ven, es de mis compañeros de quienes sospecho, por eso necesito sus servicios. Además de que con ese poder en malas manos, causaría una guerra mundial que nadie ganaría.

-Muy interesante- dije y me puse a meditar todo lo dicho. Al rato le pregunté-¿Esta segura de que no esta en su oficina?
-Estoy muy segura.
-¿Alguien más trabaja en el edificio aparte de usted y sus compañeros?
-Sólo los de la limpieza.
-¿Cuál fue el orden en el que salieron?
-Yo primero, luego David, María José, Sarai y Juan Francisco.
-Una última pregunta ¿Quién es su superior?
-Ninguno de los que trabajamos ahí lo conocemos, nos manda el pago y las cuestiones de problemas se las dejamos en un buzón para que las atienda.
-Excelente, tomamos el caso-le respondí al fin.
-Muchas gracias-lo dijo con algarabía.
-Mañana nos reuniremos con usted en su edificio

Salió muy feliz y Claire me miro intrigada.
-¿Por qué lo tomaste? Este es un caso para la policía.
-Lo sé, pero tengo la sensación de que quien lo cometió recibió ayuda de una profesional del crimen.
-Sigues pensando en Marlene ¿verdad?
-Si, porque hasta que muera por mi propia mano estaré feliz. Tenemos un día por delante, vamos al conservatorio a escuchar la música de Beethoven.

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