lunes, 24 de diciembre de 2012

La aventura final parte 24 "En poder de Sam"

-Miren lo que trajo el viento-dijo Sam cuando me llevaron enfrente de él
-No te dejare usar el arma que mencionaste contra nosotros, hablando de ella ¿qué tipo de arma es?-pregunte
-Es un arma de energía que destruye todo a su paso, sin importar si es materia orgánica o inorgánica. Todo queda ello polvo.
-No es posible que esa tecnología exista en este mundo, ni siquiera en este universo
-Y tienes razón. Esta tecnología no es de este universo, ni siquiera de esta dimensión
-¿Cómo es posible que esto venga de otra dimensión?
-Porque hace algunos años, mientras tu y tu compañera estaban congelados, llegó un sujeto a través de un portal muy brillante con algunos planos de armas funcionales. Las construí pero nunca las probé hasta ahora. El científico nunca me dijo su nombre, sólo atravesó de nuevo el portal. Pero eso es historia antigua, ahora usare el arma.
-Yo te lo impediré-le dije
-No lo harás, estas en mi poder. No puedes escapar de mí.
-No necesito escapar, solo necesito ganar tiempo. ¿Escucharon eso?-pregunté al aire
-Por supuesto. Es justo lo que necesitábamos - contestó Adriana

Dejen explicar: necesitaba infiltrarme en la base de Sam (eso ya lo saben) con el propósito de derrotarlo. Para hacerlo, teníamos que saber su plan, por lo que me puse un micrófono en la ropa (cuando me registraron al capturarme no revisaron muy bien). Una vez que lo supiéramos, Adriana y nuestro batallón se podrían acercar por el camino que yo seguí y detener su plan.

Esto (modestia aparte) funciono de maravilla. Cuando vi que se acercaban mis compañeros, solté mis ataduras de forma rápida para atrapar a Sam. Pero él tenia un plan de escape preparado. Al verme llegar, se fue corriendo a su vehículo. Lo puso en marcha a todo lo que daba y me logró evadir por un rato. Con lo que él no contaba es que conocía a donde se dirigía: regresaba a su base.

Me dirigí junto con algunos de los mejores de nuestros soldados hacia la base. Cuando llegué me pare en seco porque vi que estaba muy bien resguardada, al menos unos mil soldados. El número de gentes conmigo a lo mucho llegaba a 5. Estábamos en una situación delicada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario