miércoles, 5 de febrero de 2020

Reseña de El jardín de las palabras (manga)

Ya tengo el nombre para la sección de hoy "Miércoles de tomos y grapas", es que si lo dejaba como "Miércoles de cómics" iba a limitar lo que iba a meter, en este caso, los mangas (que de todos modos son cómics, pero eso es algo de lo que no voy a hablar en este momento). Así que para inaugurar el nuevo nombre del miércoles, un manga que estaba buscando desde hace mucho tiempo..
 
 
El Jardín de las Palabras es un manga que adapta la película del mismo nombre. Fue escrito por Makoto Shinkai (quien dirigió, escribió (entre muchas otras cosas más) la película y dibujado por Midori Motohashi. Originalmente fue publicado en el año 2013, el mismo año en que se estrenó la película. Fue publicado por editorial Kamite en junio de 2019

 
Takao es un estudiante de preparatoria que sueña con ser un diseñador de zapatos. Todos los días de lluvia, falta a las primeras horas de su escuela para irse a un parque a diseñarlos. Un día de esos, conoce a una mujer adulta llamada Yukino, que parece que también está faltando a su trabajo deliberadamente. A partir de entonces, cada día se lluvia se vuelven a encontrar y se va forjando entre ellos una relación que los cambiará a ambos.

 
¿Manga o película? La verdad, las dos. La adaptación que hace el manga sobre la historia es muy buena, y no es solo una adaptación, incluye un final que, por lo menos a mí, me da más cierre que el final de la película.
En esta adaptación no se cortan escenas (cosa también poco probable ya que la película dura solo 45 minutos) por lo que se mantiene fiel a su material original.

Reproduce perfectamente las esencias de los personajes principales: Takao es un joven que está indeciso sobre su sueño. Quiere cumplirlo pero a la vez le preocupa que es demasiado caro y que tal vez no tenga el suficiente talento para producir un buen par de zapatos. No sabe si tiene lo necesario para caminar por su propio camino.
Yukino, por su parte, es una mujer adulta de la que no sabemos nada sino hasta la mitad de la historia. Cuando la conocemos (junto con Takao) es solo una mujer en el parque que esta bebiendo. Pero, en su segundo encuentro, nos enteramos que falta a su trabajo. Y en un encuentro posterior, descubrimos que ha perdido la habilidad de caminar por si misma.

Este tema lo tocaré más a fondo cuando hable de la película, pero si puedo decir algo aquí: el caminar es una metáfora. Lo que pasa en realidad es que ambos personajes se encuentran estancados, indecisos de continuar o detenerse en el camino en el que están. Es solo gracias a sus encuentros en el parque que logran apoyarse uno en el otro y recuperar la habilidad de caminar.
 
 
Sobre el dibujo, Midori Motohashi hace un trabajo espectacular. Lo diré de una vez, es imposible que las animaciones de Makoto Shinkai sean transportadas al papel y den la misma impresión que verlas en movimiento. Imposible. Pero Midori Motohashi hace un muy buen trabajo en el diseño de personajes y manejo de las escenas. Lo que me gusta mucho es que hace uso de planos cercanos de los personajes, eso le da mucha mas intimidad y cercanía a la relación entre Takao y Yukino. Además, da la sensación de ser una historia humana, personal. En la película, el escenario tenía un papel muy importante. Sin embargo, en papel, que los paneles sean más sobre los personajes que sobre el escenario ayuda mucho a contar la historia.
 
Muy bonita historia, la quiero recomendar para aquellas personas que están perdidas, sin saber que hacer. Les llegará al corazón.
Mi sugerencia sobre el orden para disfrutarla es primero vean la película, luego lean el manga. Es lo mismo que hice. Más que nada se los digo porque, cuando estén leyendo los encuentros en el parque, oirán las gotas de lluvia como fondo.
Les prometo que en los próximos días reseñaré la película, tiene demasiadas cuestiones que deben analizarse con cuidado (y que tal vez no alcance a mencionarlas todas en su momento, es digna de un ensayo) así que espérenla.

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