Buscaron pistas en todos lados del castillo para identificar al arquero, pero no encontraron nada. Quienquiera que fuese, tenía mucha experiencia en desaparecer sigilosamente.
-¿Por qué nadie del reino usa el arco?-preguntó Saira
-Por decreto real del padre de Carolina-dijo Alfonso
-¿Y qué lo llevo a declarar algo así?
-La muerte de su esposa-menciono con tristeza Sebastian
-¿No relacionan esto con el reciente ataque a Carolina?
-Hasta ahora que lo mencionas-comentó en tono curioso Rodrigo
-¿Qué fue lo que paso entonces?
-Es una historia muy triste que nadie se atreve a relatar-dijo con tono de angustia Carlos
-Aún así, creo que puedo sacar algo en limpio si la escucho
-Esta bien:
hace algunos años-empezó Rodrigo-la madre de Carolina se puso en conflicto con una serie de pueblos ajenos al reino. Por ese tiempo se desarrollo una amistosa competencia de arqueria, los mejores de todos lados de esta parte del mundo. Mientras se llevaba a cabo, se perdió una flecha en el bosque. Al ser la única del competidor, la fue a buscar; lo que encontró fue que otra flecha fue clavada en la espalda de la madre de Carolina. Esto causo gran cólera en el rey que lo llevo a proclamar la ley que se te menciono.
-¿Los demás pueblos siguen enojados con ella, me refiero a la madre de Carolina?
-No todos, al menos que yo sepa, solo 3 reinos siguen enojados.
-Vamos a investigarlos con urgencia y veremos si encontramos algo importante-concluyó Saira.
Todos estuvieron de acuerdo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario