Pasaron por lo menos 7 años desde la pelea con los bárbaros y Saira ya estaba más experimentada en el uso de las armas, la defensa, la agilidad, etc. Pero lo principal es que entre todos se había formado una gran unión, todos confiaban su vida a los demás; esto sería puesto a prueba en la nueva amenaza que se avecinaba al reino.
Carolina gobernó muy sabiamente durante los años venideros a su secuestro, en parte guiada por el consejo y por otro lado guiada por sus caballeros tan valerosos. Durante este periodo se mantuvo la paz perfectamente, no hubo revueltas, guerras con otros reinos, nada; solo una paz duradera. Hasta ese día...
Ella se encontraba paseando con Saira, que para ese entonces ya era su amiga de confianza, platicando cosas banales. De repente, una flecha salió disparada de la nada dirigida a Carolina. Por suerte, Saira fue rápida y la tiró al suelo.
-¿Estas bien?-le preguntó Saira
-Creo que si-respondió Carolina
-Voy a ver a los demás y descubriremos quien la quiere muerta, pero primero a ponerla en un lugar seguro.
-Muy bien, te encomiendo esa misión.
Al poner a Carolina a salvo, se fue corriendo con sus compañeros.
-¿Qué te pasa?-pregunto Carlos.
Saira les contó el incidente.
-Esto es muy misterioso-comentó Rodrigo.
-Si, en especial por la flecha-mencionó Sebastian.
-¿Eso porque?-preguntó Saira
-Nadie usa el arco en este reino-concluyó Alfonso.
-Entonces tiene que ser de otro reino.
-Es lo único que podemos concluir.
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