domingo, 16 de septiembre de 2012

Las aventuras de Saira capitulo 8 "El rescate de Saira"

Continuo la historia de Saira:

Como he referido, Saira no estaba con los demás atada. La razón es muy simple: a la mitad de su sueño, presintió algo en el suelo. Se levantó y busco a su alrededor; descubrió una sombra que los vigilaba de forma siniestra. Caminó hacia ese lugar pero la sombra desapareció, por lo que se fue a explorar más el terreno; para cuando regreso, sus amigos habían sido capturados. Tenía que pensar un plan para poder rescatarlos.

El plan que pensó fue muy simple pero a la vez efectivo porque logró su cometido; se desarrollo de la siguiente forma:
Atacó sigilosamente a los guardias que exploraban el lugar, les quito sus armas y los noqueó. Separo a los bárbaros que se encontraban más cerca de sus compañeros. Se acerco a ellos y los desató, les entregó sus armas. Los bárbaros se dieron cuenta y empezaron de nuevo su ataque. Pero los Guardianes (no se llamaban aún así) estaban preparados. Los vencieron en menos de lo que canta un gallo. Capturaron a uno para que les dijera la verdad del ataque.

-Quieren saber la verdad, pues aqui la tienen: su reina Carolina nos desterró de nuestro lugar de origen y lo queremos de regreso.
-Eso es imposible-dijo Carlos.
-Es toda la verdad
-No la creo-menciono Alfonso.
-Es mejor que busquemos la verdad luego, primero hay que detener el ataque-comento Sebastian.
-No podremos hacerlo si es verdad lo que dicen. -replico Rodrigo.
-¿Puedo opinar?-preguntó Saira.
-Por supuesto.
-Es mejor que regresáramos con Carolina para confrontarla. Si es verdad veremos si podemos negociar con los bárbaros. Para eso, este prisionero regresara con su gente e intentara detenerlos lo suficiente.
-¿Por qué haría eso?-preguntó enojado el bárbaro.
-Porque te ayudaría mucho.
-¿Y?
-No tendrían que derramar sangre.
-Esta bien, pero les daré solo dos días.
-Es más que suficiente.
Dicho esto, lo soltaron y se fue.
-¿Estas segura de lo que haces?-preguntó Rodrigo
-Claro, si no , no estaría aquí-respondió Saira.

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