Los cinco juntos se dirigieron al campo de entrenamiento, en donde se encontraban un gran arsenal con el cual entrenar y defenderse de algún ataque al castillo.
-Lo primero que entrenaremos sera como atacar-dijo Sebastian.
Le aventaron unos palos de madera para que no se hiciera ningún daño grave. Sabían como Saira atacaba, por lo que la corrigieron en todo lo posible, pero lo único que podía probarla realmente seria una batalla real; lo que pasaba es que no tenían conflictos en es esos momentos.Decidieron que pelearía de nuevo con Alfonso.
Esta vez, estuvo mejor que la primera vez, por lo que quedo menos golpeada por los palos.
-Ahora, a defenderse-comento Alfonso al acabar la pelea.
También mejoro en su defensa, por lo que la probaron otra vez con las piedras, de nuevo por Sebastian. Como se suponía, mejoro en su defensa, esquivo todas las piedras.
-Lo siguiente en la lista es que unas lo que sabes para ser una de las mejores guardianas-indico Sebastian.
Le enseñaron como al atacar, y defenderte hay un tiempo en el que se podía atacar de una forma que el oponente quedara inutilizado por todo un combate.
Para esta prueba de entrenamiento, los 4 la atacaron a la vez, simulando un ataque sorpresa real.
La atacaron con lo mejor que tenían, pero le enseñaron todas sus técnicas, por lo que se defendió exitosamente de todos.
-Te hemos enseñado demasiado bien-le dijo Carlos cuando se recupero.
-Si, todo lo que sabíamos ya lo sabes también-comento inmediatamente Rodrigo.
-Muchas gracias por entrenarme-respondió Saira.
-De nada-respondieron los cuatro a la vez.
Pero su paz no duro mucho, ya que sonó la alarma indicando un peligro latente.
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